Se ha generado un debate alrededor del libro de Nelson Manrique "¡Usted fue aprista! Bases para una historia crítica del APRA". No es un debate puramente académico, pues en él participa un congresista (abogado) y viejo militante aprista, Javier Valle-Riestra, que dicho sea de paso es mencionado en el libro de Manrique. Sus comentarios parten de su experiencia y recuerdos, lo que contribuye a darle varios niveles y aristas al tema, y que es una de las características que más le agrada a los historiadores del tiempo presente. El otro participante es el sociólogo Martín Tanaka, uno de los más lúcidos del medio.
El debate se inicia en diarios, no en revistas académicas gracias a que los tres participantes son columnistas de La República (Manrique y Tanaka) y Expreso (Valle Riestra).
El primer artículo fue publicado por Manrique, "Cuando Haya derrotó a Lenin" (LR, 17/11/09), donde relata cómo Haya afirma haber polemizado con Vladimir Lenin en 1927, fallecido en 1923. Manrique menciona:
Se trata de una victoria absolutamente extraordinaria, pues para 1927 Lenin llevaba ya tres años muerto. Murió en enero de 1924, cuando Haya tenía veintiocho años de edad y era apenas un destacado dirigente estudiantil de un país que seguramente muy pocos rusos serían capaces de ubicar en un mapamundi. La explicación más plausible de este incidente es que a Haya se le confundieron los recuerdos; en julio de 1978 estaba al borde de los 84 años y es posible que sus facultades mentales estuvieran ya deterioradas.Lo que interesa destacar es que los delirios de un anciano no son arbitrarios. Su fantasía de haber derrotado en una polémica a Lenin se hace más comprensible si se considera la atmósfera de adulación de la que estuvo rodeado a lo largo de su vida.
Manrique da varios ejemplos de esa adulación partidaria que lleva al líder (caudillo en este caso) a ser comparado con Dios. Un culto a la personalidad por lo demás antidemocrático. La respuesta de Javier Valle-Riestra acaba de ser publicada hoy, bajo el título "Haya polemizó con Lenin" (Exp, 24/11/09). En ella, el tribuno afirma:
Pero Haya no sostuvo nunca que hubiera tenido un vis a vis con Vladimir Ilich Ulianov, alias Lenin. Lo mantenido por él en toda su vida fue que la tesis leninista del imperialismo, etapa final o superior del capitalismo, no tenía valor en el tercermundismo indoamericano porque el imperialismo era, paradójicamente, desarrollador del capitalismo nativo. Nuestra primera etapa, antesala del socialismo democrático. Su libro es una respuesta al militante comunista cubano Julio Antonio Mella, quien escribió ¿Qué es el Apra? Allí refuta sus tesis leninistas y repite lo afirmado en el Congreso Antiimperialista, donde se enfrentaron.(...)Manrique, por su pasión, decae y desconoce que el lenguaje académico es intemporal.
El segundo debate, esta vez académico dentro de las ciencias sociales, es el que sostiene Tanaka con Manrique. Lo inició el primero en un artículo titulado "¡Usted fue aprista! de Nelson Manrique" (LR, 22/11/09), en él menciona:
Desde el título, Manrique parece reprocharle a Haya esa derechización, sin intentar entender su lógica. La sola sobrevivencia del APRA como el partido más importante del país, ¿no plantea que hubo cierta racionalidad en esas decisiones? No me parece que la línea de lectura del autor sea fiel al criterio de “tratar de entender a los protagonistas dentro de la trama de relaciones sociales ... dentro de (las cuales) podían actuar”.¿Existe un mejor ángulo para evaluar el desempeño de Haya y del APRA? Pienso que el mejor es un enfoque comparado. El APRA es la manifestación peruana de un fenómeno latinoamericano, el populismo. Manrique se refiere en diversos momentos al peronismo, al MNR boliviano, al varguismo en Brasil, pero no explora comparaciones.
La réplica de Manrique se dio en el mismo diario, en su columna titulada "¡Usted fue populista!":
Un primer problema deriva de lo problemático que es el término “populismo”. Como Ernesto Laclau (La razón populista. México: FCE, 2005) ha subrayado, el término ha sido utilizado tanto y de tan diversas maneras que resulta muy difícil ponerse de acuerdo acerca de qué estamos hablando. Que Leguía, Haya, Bustamante y Rivero, Belaunde y Velasco –para sólo referirnos a nuestra propia historia política– puedan ser caracterizados como “populistas” es expresivo de esta dificultad.(...)En segundo lugar, en un tema como este el recurso a la historia comparada es útil como herramienta auxiliar, pero no como la opción principal. Si se trata de entender las decisiones de una persona, o una organización social, o política, primariamente las razones hay que buscarlas en procesos y fuerzas internos y sólo secundariamente en los externos. El método comparativo permite construir categorías útiles para el análisis a través de un razonamiento inductivo: si este conjunto de partidos tienen en común comportamientos que “aparecen como indefiniciones y traiciones”, puedo agruparlos bajo una misma categoría: populismo, por ejemplo. Pero no puedo realizar el camino inverso: asumiendo que el Apra es efectivamente “populista” deducir de aquí que éste va a realizar virajes que “aparecen como indefiniciones y traiciones”.
Recomiendo leer todo su artículo, donde explica que los virajes de Haya hacia la derecha no sucedieron por supervivencia, sino por acomodo y por ansias de llegar al poder.
Es un gusto ver la generación de este debate sobre una obra de historia contemporánea, ojalá que continúe en otros medios y espacios. En caso que así sea iremos actualizando.
Sobre la presentación del libro:
Día: lunes 30 de noviembre
Hora: 7 p.m.
Lugar: Feria del Libro Ricardo Palma. Vértice del Museo de la Nación —Javier Prado con Aviación—.
Comentan: Sinesio López, Max Hernández y Julio Cotler.
Sobre la presentación del libro:
Día: lunes 30 de noviembre
Hora: 7 p.m.
Lugar: Feria del Libro Ricardo Palma. Vértice del Museo de la Nación —Javier Prado con Aviación—.
Comentan: Sinesio López, Max Hernández y Julio Cotler.
Actualización 28/11: El historiador Daniel Parodi reseña el libro en su blog "Palabras esdrújulas".
Actualización 1/12:
La respuesta de Manrique no se hace esperar, publicada el día de hoy con el título "Haya, entre las balas y los votos", el historiador argumenta:
Actualización 1/12:
Martín Tanaka continúa el debate en su columna de La República del 29 de noviembre pasado titulada "¿Inconsecuencia o aprendizaje democrático?". En ella el sociólogo afirma:
Si miramos la conducta de Haya no desde la inconsecuencia revolucionaria, sino a la luz de los procesos truncos de aparición de una comunidad democrática, la estrategia del APRA, de abandono de estrategias insurreccionales por vías electorales y búsqueda de acuerdos políticos con sus adversarios no resulta negativa. Es más, la derechización del APRA permitió la aparición de otros partidos, como Acción Popular y las izquierdas. Los problemas aparecen en otras partes: en la apuesta autoritaria de la oligarquía, en la ausencia de partidos democráticos conservadores de masas, en la tradición militar golpista, en la falta de compromiso democrático en nuestras elites.
La respuesta de Manrique no se hace esperar, publicada el día de hoy con el título "Haya, entre las balas y los votos", el historiador argumenta:
Que yo reprochara a Haya su “inconsecuencia revolucionaria” tendría sentido si en algún momento la estrategia electoral y la insurreccional hubiesen sido para él excluyentes. Pero lo que muestro en mi libro es que desde 1928, cuando intentó lanzar su candidatura presidencial por primera vez, Haya consideró la vía electoral como la fundamental y las vías insurreccional y conspirativa como subordinadas. Esto es evidente, por ejemplo, en sus persistentes intentos de conseguir un “general amigo” que diera un golpe y luego convocara a elecciones que él debería ganar, o en su preferencia por las conspiraciones militares frente a los intentos insurreccionales de las bases apristas que él mismo promovía. Su discurso revolucionario respondió, primero, a la necesidad de mostrarse tan radical como Mariátegui, cuando ambos disputaban las bases para sus respectivos proyectos políticos, y –muerto Mariátegui– a la necesidad de administrar las expectativas revolucionarias de los anarquistas que se habían incorporado al Apra.
Como siempre recomiendo leer las notas enteras para comprender todo el debate. Aun no termino de leer el libro, apenas lo haga publicaré la reseña correspondiente y espero contribuir en algo a este interesante debate. Es lamentable que el único aprista que comentó el libro en un medio escrito, Javier Valle-Riestra, no haya dedicado su última columna al tema, con lo que el debate sobre Haya de la Torre se centra en académicos sin filiación aprista. ¿Algún miembro del partido de la estrella tomará la posta?
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"Haya ha sido neutralizado por el APRA" (Entrevista a Manrique en PuntoEdu)
Javier Valle Riestra también le dijo a Nelson Manrique: "¡Usted es aprista!"
José Alejandro Godoy escribe sus impresiones sobre el libro en su blog DTP.
Carlos Meléndez comentó en octubre sobre algunas ideas publicadas por Manrique acerca del APRA, bajo el provocador título "El aprista ortodoxo".
El APRA en La Bitácora de Hobsbawm.
2 comentarios:
Interesante debate sobre el populismo,seguramente es un fenomeno social e historico que ha influido de distintas formas aqui en América y en el país donde vivo con el Peronismo.
Aprendi mucho
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