Para aprender que a los criminales hay que darles un juicio justo y una sentencia ejemplar, sin importar la edad o la condición. Para que otros dictadores entiendan que la impunidad ya no existe y que el brazo de la ley es largo. Para que las víctimas y sus familiares puedan descansar. Para que no se repita.
Se acaba de dictar sentencia en Argentina a Reynaldo Bignone, último dictador del gobierno militar de 1976-1983. Era el único dictador de ese periodo vivo y sin sentencia, pues recuerden que Jorge Rafael Videla ya fue condenado y cumple prisión efectiva desde el 2008. Los otros dictadores como Viola o Galtieri murieron sin rendir cuentas a la justicia.
Más que nunca cobra vigencia lo dicho por Ernesto Sábato en el prólogo del informe "Nunca más - Informe CONADEP": Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el periodo que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana. Unicamente así podremos estar seguros de que NUNCA MÁS en nuestra patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado.
Así lo informa El País (recomiendo ver el excelente artículo de La Nación):
Condenado a 25 años de prisión el último presidente de la dictadura argentina
A Reynaldo Bignone, de 82 años, se le imputa la desaparición de 30.000 personas y el robo de 500 bebés
Un tribunal de Buenos Aires ha condenado a 25 años de prisión al dictador argentino Reynaldo Bignone, el último presidente de la dictadura militar (1976-1983), por delitos de lesa humanidad cometidos en el mayor centro clandestino de detención del régimen de facto, Campo de Mayo. Se le imputa la desaparición de más de 30.000 personas y el robo de unos 500 bebés cuyas madres fueron obligadas a dar a luz en centros de detención clandestinos.
Asimismo, el Tribunal Oral Federal 1 de la localidad de San Martín, a las afueras de la capital argentina, dictó también penas para otros seis imputados: los ex militares Santiago Omar Riveros y Fernando Verplaetsen (25 años de prisión), Carlos Tepedino (20 años) y Jorge García y Eugenio Guañabens Perelló (18 y 17 años, respectivamente), y absolvió al ex policía Germán Montenegro.
En una resolución que fue aplaudida por familiares de las víctimas de la dictadura que presenciaron la lectura del veredicto, el tribunal ordenó además que se revoque la prisión domiciliaria que hasta hoy cumplían Bignone (1982-1983), Tepedino y Guañabens Perelló, quienes ahora deberán ser conducidos a una cárcel común junto al resto de los condenados.
"Estamos felices por las condenas y la decisión de internarlos en una cárcel común, por los 30.000 desaparecidos, por las madres, las abuelas, los hijos, por el pueblo argentino", afirmó Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo. En la misma línea se pronunció el secretario de Derechos Humanos del país, Eduardo Luis Duhalde, para quien la sentencia es "justa, acorde con los hechos probados".
Bignone, de 82 años, ha afirmado en su testimonio final ante los jueces que en Argentina se desarrolló una "guerra irregular" en la que las Fuerzas Armadas "tuvieron que intervenir para derrocar al terrorismo". El dictador, para quien las víctimas de la represión "ni eran tan jóvenes ni tan idealistas", recurrió a una cita del ex presidente Juan Domingo Perón para justificar la represión y cuestionó las cifras de víctimas del régimen de facto.
Frente a los 30.000 desaparecidos y 500 bebés apropiados denunciados por los organismos humanitarios, Bignone ha asegurado que "no está demostrado" que hubiera más de 8.000 desaparecidos y unos 30 niños robados durante la dictadura.
Se acaba de dictar sentencia en Argentina a Reynaldo Bignone, último dictador del gobierno militar de 1976-1983. Era el único dictador de ese periodo vivo y sin sentencia, pues recuerden que Jorge Rafael Videla ya fue condenado y cumple prisión efectiva desde el 2008. Los otros dictadores como Viola o Galtieri murieron sin rendir cuentas a la justicia.
Más que nunca cobra vigencia lo dicho por Ernesto Sábato en el prólogo del informe "Nunca más - Informe CONADEP": Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el periodo que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana. Unicamente así podremos estar seguros de que NUNCA MÁS en nuestra patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado.
Así lo informa El País (recomiendo ver el excelente artículo de La Nación):
Condenado a 25 años de prisión el último presidente de la dictadura argentina
A Reynaldo Bignone, de 82 años, se le imputa la desaparición de 30.000 personas y el robo de 500 bebés
Un tribunal de Buenos Aires ha condenado a 25 años de prisión al dictador argentino Reynaldo Bignone, el último presidente de la dictadura militar (1976-1983), por delitos de lesa humanidad cometidos en el mayor centro clandestino de detención del régimen de facto, Campo de Mayo. Se le imputa la desaparición de más de 30.000 personas y el robo de unos 500 bebés cuyas madres fueron obligadas a dar a luz en centros de detención clandestinos.
Asimismo, el Tribunal Oral Federal 1 de la localidad de San Martín, a las afueras de la capital argentina, dictó también penas para otros seis imputados: los ex militares Santiago Omar Riveros y Fernando Verplaetsen (25 años de prisión), Carlos Tepedino (20 años) y Jorge García y Eugenio Guañabens Perelló (18 y 17 años, respectivamente), y absolvió al ex policía Germán Montenegro.
En una resolución que fue aplaudida por familiares de las víctimas de la dictadura que presenciaron la lectura del veredicto, el tribunal ordenó además que se revoque la prisión domiciliaria que hasta hoy cumplían Bignone (1982-1983), Tepedino y Guañabens Perelló, quienes ahora deberán ser conducidos a una cárcel común junto al resto de los condenados.
"Estamos felices por las condenas y la decisión de internarlos en una cárcel común, por los 30.000 desaparecidos, por las madres, las abuelas, los hijos, por el pueblo argentino", afirmó Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo. En la misma línea se pronunció el secretario de Derechos Humanos del país, Eduardo Luis Duhalde, para quien la sentencia es "justa, acorde con los hechos probados".
Bignone, de 82 años, ha afirmado en su testimonio final ante los jueces que en Argentina se desarrolló una "guerra irregular" en la que las Fuerzas Armadas "tuvieron que intervenir para derrocar al terrorismo". El dictador, para quien las víctimas de la represión "ni eran tan jóvenes ni tan idealistas", recurrió a una cita del ex presidente Juan Domingo Perón para justificar la represión y cuestionó las cifras de víctimas del régimen de facto.
Frente a los 30.000 desaparecidos y 500 bebés apropiados denunciados por los organismos humanitarios, Bignone ha asegurado que "no está demostrado" que hubiera más de 8.000 desaparecidos y unos 30 niños robados durante la dictadura.
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El fin de la impunidad en Argentina (El País)
Nunca más: Informe Sábato (Nuncamas.org)
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