2 ago 2009

Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979)

Alan García y Víctor Raúl Haya de la Torre

El intelectual político pragmático toma forma en el Perú con Víctor Raúl Haya de la Torre, el primero y más completo exponente de una ideología política original (leyendo con heterodoxia a Marx, Lenin y a Manuel González Prada) y caudillo nato. Fue líder de las organizaciones más importantes de su generación, como en 1919 cuando fue elegido Presidente de la Federación de Estudiantes. Fue en esos años de estudio en San Marcos que Haya de la Torre tendrá la oportunidad de conocer de cerca la realidad peruana, sobre todo de los andes -fundamentales los viajes a Cusco en 1917 y 1920- y cumplirá un papel importante en la implementación de la Reforma Universitaria de influencia cordobesa, en la lucha por la jornada de las ocho horas, en la creación de las Universidades Populares González Prada -el primer intento serio de creación de una militancia partidaria que tenía como base una alianza intelectual-obrero- y en la manifestación en contra de la consagración del Perú al Sagrado Corazón de Jesús en 1923. Cuando el dictador Augusto B. Leguía lo mandó al exilio ese mismo año, Haya de la Torre tenía 28 años.

Un año después en Ciudad de México fundó el APRA, en un claro intento por promover un movimiento latinoamericano de reminiscencias arielistas. En sus viajes por Europa de los años siguientes, Haya fundó células del APRA en varios países, siendo la más importante la de París. A partir de entonces se dedicó a perfilar su ideología, separándose de Mariátegui y a planear la participación política formal, es decir, la toma del poder. Cuando postuló en su primera elección en 1931, contra el teniente coronel Luis Sánchez Cerro, Haya tuvo que moderar su teoría y a la vez radicalizar la praxis, sobre todo luego de la derrota y el anuncio de una insurrección que se traduciría en el fallido levantamiento de Trujillo de 1932. A partir de entonces la vida de Haya pasó entre encierros, exilios, persecusiones y participación política directa. El contraste de lo que hizo y lo que le dejaron hacer es un excelente ejemplo del control ejercido por las élites políticas y militares en el Perú del siglo XX. De un lado la ilegalización del PAP y la persecución como en los treinta y entre los cuarenta y cincuenta, las alianzas con partidos reformistas o consevadores de los cuarenta y sesenta, hasta su triunfo como presidente de la Asamblea Constituyente de 1978-1979. Es un hecho que por ucrónico no deja de ser verosímil, es que Haya tuvo la posibilidad directa de ser presidente en más de una ocasión, si no fuera por medidas anticonstitucionales lo hubiera sido.

Sus mayores logros pueden ser la creación del partido político más antiguo y cohesionado de la histroria del Perú, gracias a una mentalidad y espíritu de entrega, sacrificio, martirio y compañerismo. Un ejército político de militantes con mística mesiánica. Porque al inicio y al final de todo estaba Haya de la Torre. El segundo logro es haber desarrollado una propuesta de reformas que acertaron en una gran cantidad de necesidades en la modernización de la sociedad, economía y Estado peruano, reformas que nunca pudo llevar a la práctica pero que sí fueron implementadas por otros gobernantes, desde Bustamante y Rivero hasta el primer Belaunde.

Sus mayores errores sería el moderado culto a la personalidad propio de cualquier caudillista latinoamericano. Esto provocó que el PAP permaneciera cohesionado pero a la vez dificultó la renovación orgánica e ideológica del partido, y más adelante sería problemático al presentarse varias diferencias entre la dirigencia y las bases desde 1948, lo que provocaría la primera y más importante ruptura del PAP, lo que se va a llamar APRA Rebelde. Su segundo error fue una cierta traición a sus ideales iniciales que forma parte de un complejo viaje ideológico de la izquierda radical a la derecha conservadora. Se trata de un cambio paulatino pero constante, en el que demostró muchas veces que los ideales estaban por debajo de los objetivos y deseos del líder. Con ello, Haya representa también los vicios de la política peruana del siglo pasado, la inconsistencia, incongruencia y superficialidad propias de un sistema político incompleto y tradicional.

El último acto político de Haya de la Torre fue su firma en la Constitución de 1979. Actualmente, su único legado es el partido que fundó, pues la constitución fue disuelta con el golpe de Alberto Fujimori en 1993, y su ideología no ha podido ser actualizada por los actuales militantes apristas resultando anacrónica en la actualidad. Haya murió un 2 de agosto de 1979, hace treinta años.

Haya, vida y partido. Vídeo de Sucedió en el Perú con el historiador Antonio Zapata,
sobre la vida y obra de Haya de la Torre (parte 1)

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Instituto Víctor Raul Haya de la Torre

Haya y el espacio tiempo histórico (Ahora... y en la historia)


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Texto: Conciencia Histórica Espacio-Tiempo (Introducción, Scribd)

Texto: El problema del indio (Introducción, Scribd)

Haya de la Torre (Google Books)

5 comentarios:

Jaime Del Castillo dijo...

Objetivo y necesario para la ilustración.

Enrique Palacios dijo...

Interesante e informativa entrada!

Saludos

Anónimo dijo...

Hola aqui les dejo mi blog...


http://historia-del-mundo.blogspot.com

mCHINASKY dijo...

Lo felicitó por su artículo, objetivo y sin sesgos. Quizá Ud. no comparta la doctrina de Haya de la Torre, y es respetable. Como bien Ud. sabrá la universidad católica a la que pertencemos ambos, no se caracteriza por un tolerancia irrestricta sobre todo cuando desde los estudios generales, les insertan a los estudiante mediante los cursos de ciencias sociales e históricas, un antiaprismo visceral en muchos de los horarios. No creo que sea una practica generalizada ni mucho menos institucional, pero un poco de eso tiene. Bueno que esto último no opaque mi felicitacion por este buen artículo.

Jorge Luis Valdez Morgan dijo...

Gracias por los comentarios y felicitaciones.

mCHINASKY, no soy militante ni simpatizante aprista, si a eso te refieres con compartir la doctrina de Haya de la Torre, pero sí reconozco en él a uno de los pensadores, ideólogos y políticos más interesantes e importantes del siglo XX peruano.

Sobre el "antriaprismo" propio de la PUCP, creo que se debe a una visión más ligada a profesores cercanos a la izquierda política, sobre todo en los cursos de realidad social, pero uno tiene la libertad de leer y pensar como mejor le parezca y eso la PUCP lo tolera como pocas universidades.

Sería interesante discutir el fenómeno del antiaprismo en el Perú, o el miedo al apra, originado por los gobiernos militares de los treinta pero alimentado también por algunas prácticas sectarias, violentas e intolerantes de dentro del APRA.

Gracias por el comentario.