Parte fundamental del bienestar de una ciencia social no sólo es analizar realidades propias y ajenas, sino aceptar análisis de otras comunidades académicas sobre nuestra realidad. Importantes peruanistas de diversas partes del mundo contribuyen a ampliar la visión de numerosos aspectos históricos, pero pocos textos han provenido de Chile, uno de los países con el que más hemos construido una historia conjunta y a la vez hemos sido -y quizá somos- los contrincantes más francos.Esta tendencia tiene sus pausas, momentos en el que libros como Del regreso del Inca a Sendero Luminoso. Violencia y política mesiánica en Perú salen a la luz. Sus autores Gilberto Aranda, Miguel Ángel López y Sergio Salinas pertenecen al Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, desde el cual se producirán obras similares sobre Bolivia y Ecuador. Se trata de la primera publicación chilena sobre violencia política peruana, y sería la primera de una serie de investigaciones de dicho instituto sobre varios países de América Latina.
Apenas lo pueda conseguir haré un comentario, pero hay un par de cosas interesantes en esta reseña. Según Aranda:
"Tratamos de hacer un esfuerzo por comprender este ‘vecino desconocido'. Creemos que es importante, no solamente en las actuales circunstancias coyunturales, sino que permanentemente. No vamos a poder escapar a esta vecindad, y por lo tanto creo que es hora y es tiempo de hacer una reflexión seria desde Chile hacia lo que significa Perú. Creemos modestamente que este libro es un esfuerzo en este sentido". (las cursivas son mías)
Resulta muy interesante ser "el otro" académicamente hablando. Recomiendo revisar atentamente la reseña. Desde ya menciono que a primera vista tengo varias discrepancias con los postulados del libro que fueron expuestos por los autores en la presentación, sobre todo aquellos en los que se menciona a Sendero Luminoso, o algunas afirmaciones sobre la violencia política peruana. Otras afirmaciones, como la de Paz Millet (que no es autora) me parecen de lo más acertadas. Esperemos que el libro sea una interpretación revisionista bien fundamentada y no un mero reciclaje de teorías.
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6 comentarios:
Los temas peruanos están despertando el interés de la academia chilena, especialmente entre los historiadores.
Lamentablemente, el esfuerzo que desarrollan los colegas chilenos no ha sido correspondido por nosotros, que creemos que la historia de Chile se reduce a la Guerra del Pacífico; o, lo que es peor, seguimos reproduciendo estereotipos poco útiles para entender al país del sur y que tienen que ver más con prejuicios que con material de archivo.
Aquí va el sílabus de un curso sobre historia de los Andes dictado en la PUC Chile el año pasado donde también se aborda a Sendero Luminoso:
http://historiaglobalonline.com/2009/05/la-ensenanza-de-la-historia-peruana-en-chile-entrevista-con-pablo-whipple/
Saludos,
José
Me había olvidado de mencionar el trabajo que viene desarrollando Carmen Mc Evoy, el cual busca entender la formación del Estado chileno, utilizando información primaria de los archivos chilenos.
Su investigación ha sido reconocida por los mismos chilenos, que han publicado un libro suyo sobre funerales republicanos en América del Sur.
El enlace, aquí:
http://historiaglobalonline.com/2009/05/carmen-mc-evoy-y-la-nueva-vision-de-la-guerra-del-pacifico/
Hola Jorge
Se ve interesante esta publicación aunque por el título anticipo un poco hacia dónde enfilan las ideas y de dónde viene la inspiración. Espero tu reseña.
Concuerdo con el comentario de José. Como ejemplo puntal me parece llamativo el grado en que desatendemos incluso Arica y Tarapacá, cuya historia peruana es investigada por los colegas de Chile. Desde el lado peruano se mutila esa historia peruana.
Tampoco flagelarse, ya que la historiografía peruana, o peruanista, me parece más de avanzada que la chilenista. Es la ventaja de tener un país rompecabezas.
Por cierto, Carmen McEvoy ha estado revisando temas chilenos en archivos chilenos, con interpretaciones críticas de la historia chilena desde dentro. ¡Como visitando la capitanía general! Fuera de bromas, me parece genial. Espero que se publique pronto lo investigado.
Saludos,
José Luis
Y la historiadora Florencia Mallon está por publicar una novela -en inglés- sobre represión y dictadura en Chile. Va a ser un gusto poder leerla cuando salga publicada.
Es cierto, como dice José Luis, que para los especialistas extranjeros un país rompecabezas es más "interesante", y quizá desde la victoria de Allende y el golpe de Pinochet hasta 1990 Chile es un laboratorio de las ciencias sociales latinoamericanas. Por ello es un tema que excede sus fronteras y que los historiadores contemporáneos estamos empezando a tomar en cuenta.
Interesante lapropuesta. Anque creoq ue analizar la realidad política de un pais desde la experiencia de otro es algo complejo. "El ser nacional" de cada pueblo no es ajeno a las decisiones de los ciudadanos y sus gobernantes. Esa persona ideal instalada en las mentes colectivas de los pueblos también elige y construye desde su idosincracia. Esto, en mi opinión, está claramente expuesto dentro de las novelas de Vargallosa. Cualquiera de ellas, pero muy particularmente las localistas, deja al descubierto un modo de ser propio, único, personal, determinado por el legado histórico de los incas que -en mi opinión y vale apenas un punto- no es ni parecido al de los mapuches discriminados que pueblan tierras chilenas.
"...Como sucedió en varios otros momentos de nuestra historia militar, la logística y el comando y control de la Fuerza Armada fueron más bien débiles en la relación entre las grandes y las pequeñas unidades. Por eso, la capacidad de iniciativa que tenía cada joven teniente o capitán que se hacía cargo de un distrito, era muy grande. Con muy pocos medios, tenía que alimentar, cuidar y mantener la disciplina de su tropa. A la vez, debía operar y, finalmente, proteger a la población local. Para los jóvenes, inicialmente inexpertos oficiales, al mando de muchachos casi adolescentes, generalmente foráneos (casi siempre llegaban de otras provincias), el desafío era inmenso y las instrucciones mínimas o inútiles.
Por eso, hay veteranos que sostienen que la guerra con Sendero Luminoso fue una guerra de tenientes y de capitanes. En esa situación de responsabilidad e inexperiencia, las diferencias individuales afloraron y fueron decisivas. Muchos jóvenes oficiales se identificaron profundamente con la población que les tocaba defender y se convirtieron en líderes comunales en tiempos de guerra.
En otros, sin embargo, el poder, la distancia cultural, la sospecha y el miedo, los convirtieron en tiranos impredecibles. A veces un tipo de oficiales sucedió al otro de un año al siguiente. Para los comarcanos, sobrevivir no solo suponía enfrentar a Sendero.
Claudio Montoya fue un joven teniente de ingeniería en el Ejército durante los años duros de la guerra. Ingeniero o no, le tocó actuar como infante una y otra vez, en increíbles marchas y misiones entre descabelladas, cómicas, heroicas y muchas veces trágicas. Años después, retirado , escribió una novela en primera persona(1) sobre sus días de campaña, y su lectura enseña más que la mayoría de análisis..."
Gustavo Gorriti, Revista Caretas 2131
(1)La Guerra de los Tenientes, Memorias de la Guerra con Sendero Luminoso. Claudio Montoya Marallano (2008)
http://memoriasdelaguerraconsenderoluminoso.blogspot.com
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